En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Habrá señales en el
sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las
gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose
los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el
mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces
verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria.
Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la
cabeza porque se acerca vuestra liberación. "Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el
libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y
venga aquel Día de improviso sobre vosotros, como un lazo; porque
vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estad en
vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a
todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo
del hombre". Hoy domingo comienza el año litúrgico y el evangelio es una obertura
que da un poquito de miedo. ¿o no?