"Un producto no es lo que es, sino aquello que la gente piensa que es"
Joaquín Lorente
Y es que cualquier producto es un todo compuesto de:
Una imagen física que responde a sus características materiales (tamaño, forma, color, olor, sabor, utilidad y precio)
Y una imagen mental que es la idea que el consumidor se ha formado de ese producto. Esta imagen no es estética ni filosófica. Es real, y forma parte sustancial del producto. Es la personalidad del producto. Un conjunto de atributos, de valores afectivos y morales (diferenciación, status, etc.) con los que el consumidor identifica y caracteriza a ese producto y por el que lo elige frente a otro, aunque sea técnicamente idéntico. Esta imagen se asocia de forma indisoluble a la marca.