"He visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión... He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser... Todos esos momentos se perderán... en el tiempo, como lágrimas... en la lluvia... Es hora, de morir" Blade Runner, Ridley Scott
domingo, 30 de enero de 2011
Motivaciones para correr
No hace mucho me preguntaron por qué corría y qué era lo que me motivaba cuando estaba corriendo. Corro por hacer deporte contesté y me motivan varias cosas. Una de ellas es estar vivo. Me explico, hace dos veranos murió Carlos Terradillos, un compañero de trabajo más joven que yo. Antes de morir le visité en el hospital y mientras charlábamos le conté que últimamente me había dado por correr, que lo estaba haciendo de forma regular y que participaba en algunas carreras. Sólo recuerdo que Carlos me dijo ¡qué envidia!
Me suelo acordar de Carlos Terradillos cuando ya no puedo correr más, o no me apetece seguir porque hace frío, o porque la cuesta es muy dura. Entonces considero que tengo la obligación moral de correr por Carlos, porque él disfrutaría de la carrera por dura que fuese. Bueno, gracias a Carlos creo que acabo muchas carreras y que supero las trampas que nos tiende la mente para desanimarmos.
Mi otra motivación es la película Apocalypto. Si esa película producida por Mel Gibson que narra la huida a la carrera a través de la selva de un hombre a quien los mayas o los aztecas van a sacrificar como ofrenda a los dioses. Recordar el sufrimiento del protagonista, la velocidad a la que corre descalzo por la selva perseguido por un grupo de guerreros me da la motivación que necesito en muchas ocasiones, especialmente cuando corro en solitario que es la inmensa mayoría del tiempo.
Tengo más motivaciones, muchas más. Pero de momento estas son las más recurrentes.