Me gustan mucho los anuncios que me encuentro por la calle. Los veo pegados en las puertas de las casas, en el los parabrisas de los coches, en los buzones... Son pequeños ingenios en blanco y negro que aprovechan hasta la última esquina del papel para comunicar de forma muy precisa el servicio que ofrecen. Yo sinceramente creo que no lo podría hacer mejor.